El proyecto de convertir al AIT en una sede alterna al aeropuerto capitalino se planteó originalmente en 1991, cuando se decidió trasladar a la capital mexiquense la mayor cantidad de vuelos de carga y privados, con lo que se ayudó a aminorar la saturación aérea sobre la Ciudad de México. Sin embargo, con el paso de los años, esta medida fue insuficiente. De este modo, en el año 2000 se inició un proyecto para que este aeródromo pudiera ampliar su capacidad comercial.
Este proyecto se culminó con la participación de la industria privada, el Gobierno del Estado de México y el Gobierno federal, lo que otorgó el 49 por ciento de las acciones a la empresa OHL México, ahora Aleatica, afamado constructor de infraestructura carretera y de transportes en el Estado de México.
Debido a esta decisión, el Gobierno federal contempla la compra de estas acciones por mil 821 millones de pesos, lo que dejaría al Gobierno federal como el principal accionista del aeropuerto ubicado en la capital mexiquense.
El éxito en las operaciones del Aeropuerto Internacional de Toluca no se encuentra en la compra por parte del Gobierno federal del total de las acciones, que en este momento se encuentran en manos de la iniciativa privada, sino en lograr consensos con aerolíneas para que acepten trasladar sus operaciones a Toluca por medio de incentivos como las Tarifas de Uso Aeroportuario (TUA), que se han mantenido elevadas durante el actual periodo administrativo.
Adicional a esta condicionante, la altura de la ciudad de Toluca juega un papel importante, ya que al encontrarse a ocho mil 530 pies sobre el nivel del mar, se tienen 4 meses continuos de neblina, por lo que se tendrían que adecuar los sistemas aéreos para el vuelo total en despegue y aterrizaje por instrumentos, lo que provocó la salida de varias aerolíneas de bajo costo de la terminal aérea, pues no contaban con los equipos adecuados para esta operación.
Otro de los temas a considerar es la cercanía que existiría con el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, así como el ya existente Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ya que tendría que haber una coordinación triangulada muy rigurosa para que los vuelos que despeguen y aterricen entre los tres aeródromos no provoquen un colapso de tráfico aéreo en la zona.
Los especialistas consideran que, tras tomar en cuenta esta serie de factores, la construcción de una pista de despegue y aterrizaje en conjunto con la operación de los aeropuertos de Santa Lucía y de la Ciudad de México, podría permitir competir a la región con las más saturadas en tráfico aéreo del mundo. Sin embargo, la operación que se requiere debe ser quirúrgica para evitar que este plan se derrumbe desde el sector administrativo.
En el área de la administración del AIT, el Gobierno del Estado de México anunció la salida de Alejandro Argudín Le Roy como Director del Aeropuerto Internacional de Toluca. Fue sustituido por Luis Federico Bertrand Rubio, quien ha desempeñado varios puestos en el sector aeroportuario durante los últimos años.
Información e imagen de 3PM
