Habitantes de distintas comunidades en Yucatán atacan lechuzas porque creen que son la causa del COVID-19.
Los grandes estragos que ha dejado el COVID-19 son notables, pero los animalitos también están sufriendo las consecuencias en Yucatán. Esta vez, a causa de las antiguas creencias que vinculan a las lechuzas con una señal de muerte.
Nuevos casos de ataques a lechuzas por COVID-19 se suman en el estado de Yucatán, según lo informaron los rescatistas de la Asociación Civil Proyecto Santa María.
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El primer caso sucedió en la comunidad de Subincancab. Los habitantes atacaron a una lechuza. La apedrearon y rociaron con agua bendita. Lamentablemente, murió.
El segundo caso fue el de un tecolote abajeño que fue apedreado por niños.
«Aún falta erradicar las ideas acerca de estas especies de aves, ya que algunas comunidades aún las consideran como aves de mal agüero o que atraen a la muerte.» Expresó la asociación de rescatistas de lechuzas.
Vía: El Universal


