A seis meses del incendio en Notre Dame, los trabajos de restauración van mucho más lentos de lo esperado.
Esto por la fuerte cantidad de plomo que se propago por el incendio y ha hecho para la obra, retrasando el trabajo.
La fase de estabilización del edificio, para evitar derrumbes, se ha retrasado; se esperaba que terminara en septiembre y ahora esta programada para noviembre.
Para el próximo año está planeada la fase de diagnóstico para determinar qué es lo que aún se puede conservar y qué no.
Hay otros trabajos que han avanzado, sin embargo, sólo pueden trabajar 80 personas a la vez.
La meta para que quede restaurada en cinco años sigue en pie.