Es el primero construido en Toluca y el segundo en el país. Funciona principalmente como un refugio de insectos donde los principales ocupantes son las abejas y avispas.
Instalado en «El Calvario» de Toluca como una alternativa para preservar a los pequeños insectos que habitan en el parque, es un pequeño espacio que imita las fisuras y otros elementos del hábitat natural de estas especies, que se ven amenazadas tanto por la contaminación, como por el uso de plaguicidas.
La directora del Centro de Educación Ambiental de Toluca, Paulina Hinojosa Torres, explicó que el objetivo principal de este tipo de proyectos es ofrecer un espacio de refugio a los insectos y a algunos animales que sirven de polinizadores o que permiten se desintegre la materia orgánica del parque, que lo mismo puede albergar a mariposas, pequeñas aves, polillas, escarabajos, entre otros.
A nivel nacional existen otros referentes, entre ellos, el instalado en el Bosque de Chapultepec, que tienen como fin promover esta técnica que data los años 70, sobre todo en algunos países de Europa, entre ellos, Alemania.
“El funcionamiento del hotel de insectos es únicamente instalarlo y alrededor diseñar un jardín de polinizadores, con plantas atractivas para los bichos, para que ellos puedan tener alimento y guarecerse al mismo tiempo”.
Para la instalación de este pequeño refugio se tomaron en consideración diversas características, entre ellas, su orientación hacia el sur, que debe darse además en un lugar sombreado y húmedo, colocando algunas ramas, hojas, entre otros elementos. Como parte de esta estrategia se pretende instalar un mayor número de hoteles para bichos, tanto en este parque como en otros del Valle de Toluca.
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