En el municipio de San Antonio La Isla, localizado en la carretera Toluca-Tenango, por mucho tiempo ha sido famoso por la producción de productos hechos con madera, encuentras todo tipo de artículos en el pueblo, fabrican; futbolitos, baleros, trompos, yoyos, libretas, muñecas, carros de juguete, andaderas, sillas, y mucho más predomina en todo el pueblo.
Los artesanos que producen dichos artículos de madera están en una constante lucha por mantener esta antigua tradición de regalar sus artículos hechos con manos y esfuerzo mexicano, piden que sean tomados en cuenta al momento de hacer compras de Reyes Magos.
Lamentablemente la industria de los juguetes de plástico y tecnología poseen un gran mercado abarcado en México, así que cada año es más difícil venderlos a pesar de que son hechos con material de mayor duración y tienen menor precio para las familias mexiquenses.
Desde hace 20 años, la familia de Luis Mendoza Estrada se dedica a la fabricación de trompos, yoyos, churumbelas y aviones de madera, que a pesar de no ser tan solicitados en el mes de enero, el resto del año mantienen una buena venta, que permite a los hijos de los fabricantes tener los ingresos necesarios para salir adelante.
“No podemos quejarnos, con este oficio he sacado adelante a mis tres hijas; sin embargo es una actividad que se va a perder en algún momento, porque el afán de sacar adelante a nuestras familias, les pedimos que estudien para que no sean como nosotros y entonces, quién va a hacer este tipo de juguetes después”, explicó.
El taller de este productor de yoyos se encuentra en el centro del municipio y al mes genera una producción de hasta 100 piezas, que vende entre cuatro y ocho pesos, según el tamaño del juguete, explica que podrían llegar a niveles de ventas más grandes si hubiera la adecuada publicidad sobre la actividad que se desempeña en esta demarcación del Valle de Toluca.
“Es que creemos que no tenemos la suficiente publicidad, porque si bien los alcaldes cuando están en campaña, antes de entrar en funciones, nos prometen que habrá apoyos para nosotros, después se olvidan de esos compromisos y seguimos siendo los más relegados, porque la gente que viene únicamente conoce las calles principales, donde hay locatarios que son intermediarios, nada más”, lamentó el artesano.
Indicó que cada mes compra 100 hojas de pino, con las cuales produce hasta 800 piezas, siempre que la madera esté en las condiciones adecuadas para poder tallarla, porque de no ser así, si viene seca o se comprime con el clima, impide que sea trabajada como lo hacen normalmente.
“Muchas veces lo que pasa es que la gente nos regatea el precio, piensan que no es madera, que quizá sea macopan o materiales que simulan ser de madera, porque en otros estados hay quienes venden productos de baja calidad que no son de madera”, explicó.
En San Antonio La isla, los artesanos acostumbran emplear pino, pues anteriormente usaban madroño, que es un tipo de madera muy fino, pero que ahora está prohibida su tala y venta, de manera que suplieron el material con el pino y los acabados todos son a mano.
“Lo que esperamos es que alguien siga con la tradición de elaborar este tipo de productos que incentivan la creatividad de los niños y que son los juguetes más sanos”, confió el artesano.
Fuente: http://www.digitalmex.mx
