Todo inicio a partir de la conquista, Tecaxic que significa vaso de piedra, sufrió una epidemia que fue la responsable de acabar con la población, de modo que solo quedaron dos vecinos.
Debido a este trágico acontecimiento, no tardaron mucho en abandonar el pueblo, dejándolo completamente desierto. Luego del abandono de los dos sobrevivientes también fue abandonada una ermita que durante sus años prósperos fue construida por todos los vecinos. En la ermita estaba la imagen de La Asunción pintada en un temple sobre una tela indiana.
Datos curiosos acerca de la Leyenda de la Virgen de Tecaxic
- Este lugar fue muy relevante en el comercio y la agricultura hasta Santa Cruz y Calixtlahuaca
- Durante una tormenta, el licenciado Antonio de Sámano y Ledesma señaló como un milagro que la virgen se mantuviera intacta debido a las malas condiciones de la capilla y a las condiciones climáticas
- Se dice que dos hombres de Toluca se desafiaron por el amor de una mujer, eligiendo el lugar de enfrentamiento la espalda de la abandonada ermita que es la capilla que se fundó en el Cerro de Tecaxic
- Hoy en día este sitio es conocido como el Cerro del Molcajete debido al cráter que se encuentra en la cima
- Durante el duelo de estos dos hombres, a lo lejos se escucharon los cantos angelicales que provenían de la capilla, ambos decidieron suspender el enfrentamiento para ir a ese lugar quedando sorprendidos porque solo encontraron una imagen desamparada y sola, con pavor y reverencia colocaron las armas en los pies de la Virgen pasando de ser enemigos a amigos
- Debido a este acontecimiento, el guardián del convento de Toluca confirmó lo que ya habían dicho anteriormente, y es que todos los sábados se escuchaba música celestial en esa capilla abandonada
Otro milagro sucedió cuando Pedro Millán Hidalgo, un vecino que vivía en el Valle de Toluca, realizaba viajes de noche desde San José, que ahora es conocido como Toluca, hasta Shalmolonga lo que hoy es Almoloya de Juárez, y cuando pasaba por Tecaxic, especialmente los martes y sábados, escuchaba música que le causaba admiración.
Su curiosidad hizo que se acercara a la ermita y con sorpresa se fijó que estaba desierta. En pleno día, este hombre veía luces dentro del lugar con gran intensidad, que cuando se acercaba desaparecían. Una noche escucho música y pensó que los indios evitarían el pago de derechos, habiendo ido a enterrar a uno de los suyos a esas horas.
El hombre les grito en su idioma que no tenían nada que temer, que su nombre era Pedro Millán, la música dejo de escucharse y pensó que uno de los indios se dirigía a la capilla sigilosamente y decidió ir, pero no encontró a nadie.
Relatos como estos, pero no menos asombrosos, fueron los que narró en su libro el fraile Francisco de Florencia, siendo el origen de la veneración de la imagen en el Santuario de Tecaxic.
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JG
