Don Roberto, originario de Salamanca Guanajuato, con 72 años de edad, vio una oportunidad de emprendimiento en esta pandemia.
Como todos sabemos, la pandemia del COVID-19 vino a cambiar la vida de toda la humanidad y uno de los sectores de la población más afectados fue el de la tercera edad.
Al inicio del confinamiento, don Roberto fue mandado a su casa para cuidar su integridad, pero eso no le impidió comenzar con su negocio.
Además de generar un ingreso extra, «don Robert», como es conocido, está poniendo su granito de arena para la conservación del medio ambiente.
¿Cómo surgió la idea?
Mediante investigaciones por internet y por medio de tutoriales fue como Don Roberto se inclinó a darle otro uso al PET. Al inicio fue algo complicado, ya que no tenía la maquinaria necesaria.
Pero con el paso del tiempo fue mejorando su taller con un compresor, un taladro y otras máquinas que le han facilitado la fabricación de las escobas.
Todo el trabajo que hace Don Roberto es artesanal, por cada escoba utiliza 30 botellas de tres litros. Lo que más desea don Robert es enseñarle el oficio a más personas.
El trabajo de Don Roberto es muy ejemplar, demuestra que para emprender no hay edad máxima, además no se necesita de grandes cantidades de dinero.
Una escoba se vende en 70 pesos y tiene una duración de aproximadamente 1 año e invita a la población a donar sus botellas.
El problema del PET en México
Gran porcentaje de la población mexicana no tiene la cultura del reciclaje y eso se observa en las calles, los parques y las playas donde hay muchas botellas de plástico.
Los datos dicen que un mexicano en promedio desecha 6.5 kg de PET al año, es decir, cerca de 195 botellas de este material.
Cabe recordar que el PET es un material que es elaborado con petróleo, esto quiere decir que es un material no renovable y muy dañino para el medio ambiente.
Redacción EG.
RV MA