13 años de investigación para que arqueólogos del INAH depositaran en el lago del Nevado de Toluca, 52 objetos rituales prehispánicos
A más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar y temperaturas que promedian los tres grados Celsius, 52 objetos rituales hechos con resina de copal fueron devueltos al interior del cráter del Nevado de Toluca.
Por más de una década dichos objetos permanecieron bajo investigación y fue hasta el pasado 05 de marzo que fueron devueltos por expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia al sitio donde los descubrieron en 2007: el lago de la Luna.
El primer archivo arqueológico in situ en el Nevado de Toluca
Dentro del lago de la Luna cuyo nado y buceo está estrictamente prohibido, personal de la Subdirección de Arqueología Subacuática creó el pasado cinco de marzo, el primer archivo arqueológico in situ para bienes culturales sumergidos.
Con esta iniciativa, no solo se restituyen estos objetos al sitio en el cual hace casi un milenio fueron depositados, sino también se cumple el estándar de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático sobre preservarlos en el lugar de su hallazgo.
Los objetos prehispánicos de acuerdo a su datación por carbono 14 reveló que oscila entre los años 1216 y 1445 d. C., coincidentes con la hegemonía matlatzinca del valle de Toluca y probablemente dejados en el lugar por sacerdotes matlatzincas.
La arqueóloga Iris Hernández Bautista, titular del proyecto de Arqueología Subacuática en el Nevado de Toluca, comenta que un beneficio es que permitirá monitorear y estudiar la readaptación de los materiales arqueológicos a las condiciones químicas y de temperatura del lago.
Cada uno de los objetos –cuyas formas son mayormente cónicas o esféricas– fue colocado en una guarda que permite el paso del agua y el sedimento pero evita que la resina se disgregue.
“Cada uno de los materiales está plenamente identificado, con la intención de que este catálogo pueda volver a consultarse si en el futuro evolucionan las tecnologías o los métodos de trabajo aplicables a estas piezas”.
En estos 13 años, los 52 elementos se mantuvieron en un microambiente bajo el agua y en condiciones similares a las del lago de la Luna, se analizaron con detalle.
Su datación por carbono 14, realizada por especialistas del Instituto de Física de la UNAM, reveló que su temporalidad oscila entre los años 1216 y 1445 d. C., coincidentes con la hegemonía matlatzinca del valle de Toluca, ocurrida entre 1162 y 1476, y a la cual siguió la dominación mexica del área.
El material de los objetos prehispánicos
La caracterización de materiales encontrados en el Nevado de Toluca confirmó que la resina procede del árbol llamado copal santo, como había indicado un estudio preliminar realizado por la bióloga Aurora Montufar en 2007.
Los datos de estas y otras investigaciones realizadas serán próximamente publicados en el libro de difusión científica: Casa del dios de las aguas: Nevado de Toluca. Investigaciones interdisciplinarias.
Área de Protección de Flora y Fauna Nevado de Toluca
Desde tiempos prehispánicos la actual Área de Protección de Flora y Fauna Nevado de Toluca, a lo largo de sus 53 mil 590 hectáreas de extensión, ha sido un sitio sagrado, visto este como una entidad que concede agua y fertilidad a la tierra.
En las creencias de muchas comunidades indígenas ven a los montes como lugares donde se resguardan alimentos, agua y abundancia.
En las laderas del cráter y el entorno del volcán, también se tiene registro de pequeños sitios arqueológicos que podrían haber sido ‘altares’ donde la gente se detenía brevemente en su camino a los lagos, que visitaban buscando hacer pedimentos o agradeciendo quizá por una buena cosecha.
Turismo responsable en el Nevado de Toluca
El Nevado de Toluca, es hoy vulnerado por el impacto de un turismo masivo que, a menudo, depreda su flora y fauna, y que por desconocimiento, altera, ya sea desordenando vestigios rocosos y usándolos para escribir mensajes personales o saqueando objetos, contextos arqueológicos que han permanecido allí durante siglos o incluso milenios.
En temporada invernal, detalla el maestro en ciencias, se ha calculado la presencia de más de 18 mil personas, en un solo día, dentro del cráter del Xinantécatl.
Por todas estas razones, los expertos llaman a que el público que desee visitar este espacio, lo haga de una forma responsable con el equilibrio natural y cultural del sitio.
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